Es un hecho documentado y comprobado que si existen progenitores que tienen hijos favoritos, lo delicado es el trato que se les tenga, aseguró el psicólogo Sergio Villani.
Indicó que el amor es difícil de medir, tal vez se tenga mayor afinidad, lo que si se puede observar es la desigualdad en el trato y eso es algo delicado que no está bien.
Puso como ejemplo el tiempo que algunos progenitores le dan a uno de los hijos es desigual con respecto a los hermanos, las muestras de afecto, la distribución de responsabilidad y otorgamiento de privilegios, lo cual es muestra evidente de que hay un favoritismo.
Indicó que, generalmente, los primeros o los últimos hijos tienden a ser los favoritos.
Otro factor pudiera tener que ver con el género. Hay culturas donde no está bien que nazca una niña, por ejemplo.
También está el término de la afinidad con la personalidad, el parecido físico, razones inconscientes como el hecho de que el hijo se parece a un familiar muy querido.
Igualmente, están las circunstancias, hay hijos deseados y planificados, otros que no; no siempre son del mismo padre, o nacieron en momentos de muy bajos recursos económicos, o de padres muy jóvenes que no saben como ejercer esa paternidad y el segundo nació en otras condiciones.
Alertó que los celos entre hermanos se potencian cuando hay un favorito, por eso aconsejó que si hay alguno con el que haya mayor conexión hacer lo posible por no demostrar desigualdad.
Otra cosa delicada es comparar y apoyar más al favorito.
Refirió que es un factor de riesgo, porque eso trae consecuencias en el que es menos atendido, como miedo al abandono e inseguridad.
Recomendó hacer alianzas familiares para que no haya favoritismo, establecer un espacio para cada uno, reconocer y visibilizar lo bueno de cada uno.