MADRID27/04/2024/MIGUEL MUÑOZ@MMUNOZORT
Público es
«No pasarán». El simbólico grito se escuchó este sábado entre las miles de personas que acudieron a Ferraz a apoyar la continuidad de Pedro Sánchez. La última vez que el lema se oyó a las puertas de la sede del PSOE fue la noche del 23 de julio. El bloque progresista consiguió parar a la derecha y ultraderecha. Los paralelismos entre aquella fecha y los últimos días son claros. O al menos así lo ven en las filas socialistas.
El comité federal del PSOE se convirtió, como estaba previsto, en un acto emocional para respaldar al líder socialista. Para mostrarle apoyo, empatía, cariño y para pedirle que no dimita. «Quédate», fue lo más cantado y coreado. Tres días después de la publicación de su carta no ha dado señales a sus colaboradores de qué decisión comunicará este lunes. Algunas fuentes socialistas de su confianza confían en que lo haga ya este sábado o domingo después de la catarsis socialista en Ferraz.
Pero la situación, según transmiten fuentes de la dirección socialista, es de «preocupación». No solo por la hipotética renuncia de Sánchez como presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. Sino por la situación en la que se puede quedar el país ante una ofensiva sin tregua de la derecha y ultraderecha representada por PP, Vox y sus tentáculos.
Las caras serias de los principales dirigentes del PSOE, luego convertidas también en alguna lágrima de emoción en la calle, reflejaban, según las fuentes consultadas, esa tensión política. «Esto no va solo de Sánchez, va de combatir las técnicas ultras y trumpistas que han triunfado ya en otros países», reflexionan en la dirección socialista.
La activación de las bases del PSOE ha sido rotunda. Pero que la coyuntura actual no va solo sobre Sánchez es algo que también consideran sus socios de izquierda. Lo reflejó claramente la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, al mismo tiempo que se celebraba la convocatoria en Ferraz.
«Nadie va a doblegar este Gobierno. Lo que hoy está en juego es mucho más grande que defender a uno o a otro partido, es defender la democracia. Quiero hacer un llamamiento a la ciudadanía española, a los agentes sociales, a las organizaciones sociales y políticas, a los y las servidoras públicas para que salgan a defender la democracia», proclamó Díaz.
La concentración en Ferraz fue un éxito. Y tendrá continuidad este domingo a las 19.00 horas. Con el lema «Contra su falsedad, nuestra democracia» se ha convocado una marcha desde Atocha hasta el Congreso de los Diputados. Sumar y otros colectivos sociales han animado a participar en esta reivindicación.
Desde partidos como Podemos, que ha denunciado el lawfare sufrido por sus dirigentes o el acoso en las puertas de su casa, también han respaldado a Sánchez. Pero con un matiz: «Pasar a la acción». Lo destacó este sábado la exministra Irene Montero, candidata de la formación morada a las elecciones europeas. «Hay que hacer lo que el PSOE nunca quiso hacer: democratizar el poder judicial y el poder mediático, tomar decisiones valientes», afirmó.
El mundo de la cultura y sindical también ha organizado una respuesta. Será este domingo en el auditorio Marcelino Camacho de Madrid a partir de las 12.00 horas. «Los profesionales de la comunicación y un amplio abanico de personas de la cultura, convocan un encuentro ciudadano para reivindicar la decencia democrática y rechazar la cultura del odio, el impudor y la mentira que ponen en peligro la convivencia democrática», señala la convocatoria.
En el encuentro, que será abierto al público hasta completar el aforo del auditorio, intervendrán, entre otros profesionales, el periodista Jesús Maraña o el escritor Benjamín Prado. Previamente los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, darán un saludo a los y las asistentes.
Dentro del cónclave socialista los mensajes fueron claros en esa línea. La vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, proclamó que «merece la pena que ganen los buenos», en referencia a la pregunta que se hacía Sánchez en su carta. «Si bajamos los brazos ahora estaremos dando carta de naturaleza a una manera de hacer política basada en el odio y en el ataque», apuntó el líder del PSE Eneko Andueza. De «resistencia colectiva» habló el líder del PSC, Salvador Illa, que se encuentra en plena campaña electoral.
«No puedes rendirte, no puedes entregarle a la derecha la cabeza que busca», le dijo a Sánchez el ministro de Transportes Óscar Puente. Incluso Emiliano García Page, habitualmente crítico con su secretario general, cerró filas. «Para contestar todas las calumnias y a esta campaña, vas a contar, Pedro, con mi apoyo. Porque no se puede consentir», afirmó en su intervención.
Nadie sabe nada
«Seguimos igual», destacaban fuentes cercanas a Sánchez este sábado a mediodía. Es decir, nadie sabe a ciencia cierta lo que anunciará el todavía presidente del Gobierno este lunes. Sus más estrechos colaboradores no habían hablado con él, al menos hasta la celebración del acto en Ferraz. Lo que hay son sensaciones y la más extendida es que «no pinta bien», que Sánchez se irá por el desgaste personal tras los ataques a su familia, en especial a su esposa Begoña Gómez.
Pero son solo eso, sensaciones personales. «Esperemos que lo de hoy ayude», repetían fuentes de la cúpula socialista tras el éxito de la convocatoria en Feraz. «Esperemos que el mensaje le haya llegado», añadían. Nadie en el PSOE quiere oír hablar sobre una posible sucesión. «Estamos concentrados en que se quede. Lo otro será la siguiente pantalla», afirman las mismas fuentes.
«No estás solo», «Vale la pena», «Pedro presidente» o directamente «Vo dimitas». Son las voces que se escucharon este sábado en una cita que seguramente, pase lo que pase el lunes, ha entrado ya en la historia del PSOE. En 2016 se celebró un comité federal para echar a Sánchez de su cargo. Ocho años después se ha celebrado otro para pedirle que no se vaya aunque no acudiera. En el PSOE esperan que aún quede tiempo para que el 27 de abril no haya sido su despedida en Ferraz.