Luis Alberto Angulo* (columna Sábado-Ciudad Valencia-Neruda-Veinte poemas de amor)
Pablo Neruda, un poeta chileno entonces de veinte años de edad, publicaba en 1924, hace una centuria, su segundo libro: “VEINTE POEMAS DE AMOR Y UNA CANCIÓN DESESPERADA”.
Posiblemente es la colección poética más conocida en Hispanoamérica y de las de mayor difusión en la literatura contemporánea.
También es, en nuestro idioma, la primera obra en su género que se libera de los clichés de la estética romántica del siglo diecinueve, rompiendo, al mismo tiempo, con el agotado modernismo.
“Veinte poemas de amor y una canción desesperada” es el texto de mayor difusión de Neruda; basta un ejemplo: la editorial Losada de Buenos Aires publicó un millón de ejemplares en 1961 y luego otra edición, de dos millones, diez años después. El poemario ha sido traducido a todos los idiomas modernos y continúa siendo referencia como libro de iniciación lectora.
Es un buen comienzo para hacer lectores y, también, para estimular a los poetas noveles que venciendo la admiración no intentan emular la forma expresiva de estos poemas; siendo, como son, insuperables en su lenguaje y expresión. Muchos autores prometedores han sido sepultados por esa fuerza.
“Crepusculario”, el primer libro de Neruda, cuando tenía 16 años, y “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, escrito antes de cumplir veinte, señalan la presencia de un genio literario que ofrecería prueba de ello a lo largo de su dilatada existencia.
Dice Daniel Alcoba, en el prólogo de de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (1924), que junto a los “Cien sonetos de amor” (1959): “su éxito portentoso concitó contra su autor la envidia general”.
“En este libro Neruda consiguió el tono de la canción popular amorosa de todos los tiempos y lenguas.”
“Poesía cantable, sin ripios ni tropiezos rítmicos. Tal será el secreto de su éxito, de su eficacia expresiva…”.
He aquí unos versos inolvidables:
“Para sobrevivirme te forjé como un arma, / como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda”. (1)
“En su llama mortal la luz te envuelve”. (2)
“En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye / como tú lo desees y hacia donde tú quieras”. (3)
“Es en la mañana llena de tempestad / en el corazón del verano”. (4)
“Para que tú me oigas / mis palabras / se adelgazan a veces / como las huellas de las gaviotas en las playas”. (5)
“Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos. / Hojas secas de otoño giraban en tu alma”. (6)
“Inclinado en las tardes echo mis tristes redes / a ese mar que sacude tus ojos oceánicos”. (7)
“El agua anda descalza por las calles mojadas”. (8)
“Voy, duro de pasiones, montado en mi ola única / lunar, solar, ardiente y frío, repentino” (9)
“¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe / cuando me siento triste y te siento lejana?”. (10)
“Casi fuera del cielo ancla entre dos montañas / la mitad de la luna”. (11)
“Para mi corazón basta tu pecho, / para tu libertad bastan mis alas, /desde mi boca llegará hasta el cielo / lo que estaba dormido sobre tu alma”. (12)
“Entre los labios y la voz, algo se va muriendo. / Algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido”. (13)
“Te traeré de la montaña flores alegres, copihues, / avellanas oscuras y cestas silvestres de besos”. (14)
“Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo”. (15)
“Pensando, enterrando lámpara en la profunda soledad. / ¿Quién eres tú, quién eres?”. (17)
“Aquí te amo. / En los oscuros pinos se desenreda el viento”. (18)
“Eres la delirante juventud de la abeja, / la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga”. (19)
“Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. / Es tan corto el amor y es tan largo el olvido”. (20)
“Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, / el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido”. (La canción desesperada)
*Luis Alberto Angulo Rivas nació en Barinitas, estado Barinas (VEN), en 1950. Coterráneo de los poetas Enriqueta y Alfredo Arvelo Larriva. Autor de las sumas poéticas: Fusión poética (UC), Antología del decir, La sombra de una mano y Coplas de la edad ligera (Monte Ávila Editores, col. Altazor). Prologa la edición en vida de la Obra poética completa de Ernesto Cardenal (Editorial Patria Grande, Buenos Aires, Arg.)Premio del Concurso Internacional de la revista Poesía (Universidad de Carabobo) junto con los poetas Jim Seguel, Arnaldo Acosta Bello y Eli Galindo.