Vladimir Putin y Alexánder Lukashenko, presidentes de Rusia y Bielorrusia respectivamente, podrían ordenar el despliegue del sistema ruso de misiles de alcance intermedio Oréshnik en la segunda mitad de 2025.
La idea surgió del mandatario bielorruso, quien añadió que dicho despliegue debe contar también con objetivos compartidos con Minsk.
“Tenemos lugares donde podemos colocar estas armas, con una condición: que los objetivos sean determinados por la dirección militar y política de Bielorrusia”, sostuvo el jefe de Estado.
Además, agregó que “esto reforzaría significativamente la defensa de nuestra unión. Se nos reprocha que hemos desplegado armas nucleares, pero no son armas nucleares, sino muy eficaces”.
Igualmente, sobre esta situación, Putin comentó que fueron a “satisfacer las peticiones del presidente de la República de Bielorrusia de desplegar armas nucleares tácticas, pero, por supuesto, sistemas tan avanzados como el Oréshnik no tienen análogos en el mundo y en caso de uso en grupo son comparables al uso de armas nucleares, pero no son armas de destrucción masiva”.
