Mohamed Abí Hassan*
Diario Ciudad Valencia
Con la poesía del nadaísta Jotamario Arbeláez (Cali, Colombia,1940), Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora, en 2008, iniciamos esta nueva aventura con la palabra tratando someramente el tema de la guerra y su tensa relación con la poesía:
un día
Sandy Aveledo » ¡Únete a nosotros!
Telegram – t.me/sandyaveledo
Whatsapp – acortar.link/EENOxN
Instagram – instagram.com/sandyaveledo
después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un
día
te tomaré en mis brazos
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un
día
si después de la guerra tengo
brazos
y te haré con amor el amor
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un
día
si después de la guerra hay
amor
y si hay con qué hacer el amor
Jotamario Arbeláez.
Después de la guerra (1964).
Entendemos que la poesía nunca ha sido ajena a los conflictos del hombre, menos aún a los que tienen que ver con lo bélico. Antaño, los versos que se entonaban en las marchas durante las batallas servían para levantar la moral de las tropas y el amor a la patria entre los soldados. Ejemplo de esto lo encontramos en la Guerra de Independencia de Venezuela, en la Primera Guerra Mundial y en la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, la Guerra de Las Malvinas y la lucha armada de los sesenta en Venezuela, entre otras.
En este sentido despierta nuestra admiración el ejemplo dado por los poetas, escritores y artistas al asumir su compromiso y cambiar el lápiz y el papel por las armas, dejando un registro para la posteridad de sus experiencias en las trincheras de guerra, como fue el caso del poeta Guillaume Apollinaire (París 1880-1918), quien nos dejó muchos textos y caligramas escritos en el fragor de la lucha, desafiando la muerte, mientras caían cerca de su trinchera numerosos obuses y ráfagas de disparo, ocasionándole finalmente la trepanación del cerebro y su posterior muerte:
Guillaume Apollinaire
Lego al futuro la historia de
Guillaume Apollinaire
Que se fue a la guerra y
supo estar en todas partes
En las felices ciudades de la
Retaguardia
En el resto del mundo
En los que mueren
pataleando en las
alambradas
En las mujeres en los
cañones en los caballos
En el cenit en el nadir en
los cuatro puntos
cardinales
Y en el único ardor de esta
vela de armas…
Guillaume Apollinaire
Resulta reveladora la numerosa participación en la guerra, de manera directa o a través de la solidaridad, de creadores de diferentes nacionalidades, expresada en sus poemas, artículos de prensa, reportajes de guerra, fotografías, pinturas y canciones. Autores como Mahmud Darwish, Ernesto Cardenal, José Martí, Tomás Borge, Roque Dalton, Sam Hammil, Adonis, Allen Ginsberg, Miguel Hernández, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Óscar Hahn, César Vallejo, Julio Cortázar, Alí Primera, Fabricio Ojeda, José Vicente Abreu, Diego Salazar, Mario Benedetti, Susan Sontag, Robert Capa, Juan Goytisolo, Pablo Picasso, Joan Miró, André Breton, Juan Gelman, Bob Dylan, John Lennon, Silvio Rodríguez, Simone Weil, Ernesto Che Guevara, Ernest Hemingway, Franz Kafka, Paul Valéry, Anna Ajmátova, Víctor Valera Mora y muchos más conforman esta aleatoria y fraternal nómina.
Como muestra de lo anteriormente dicho compartimos el siguiente poema de Óscar Hahn (Chile,1938), quien nos deja su irónica reflexión sobre la muerte anónima de los soldados que van a la guerra. Se titula En la tumba del soldado desconocido:
Óscar Hahn
Con qué alegría marchan los
Hombres a la guerra
Con qué entusiasmo limpian y
cargan sus fusiles
Con qué fervor cantan sus
himnos de combate
Con qué ansiedad toman su
puesto en la trinchera
Con qué inquietud oyen el
ruido de las bombas
Con qué insistencia silban las
balas en el aire
Con qué lentitud corre la
sangre por su frente
Con qué estupor miran sus ojos
el vacío
Con qué rigidez yacen sus
cuerpos en el barro
Con qué premura son arrojados
en la fosa
Con qué rapidez son olvidados
para siempre.
Podríamos decir que la guerra, desde el inicio de los tiempos, ha estado presente desde la literatura clásica con La Ilíada de Homero, pasando por El Arte de la Guerra de Sung Tsú, así hasta llegar a grandes trazos hasta nuestros días con las noticias y reportajes que cada minuto nos transmiten los medios de comunicación masivos.
La guerra es el invento más nefasto concebido por el hombre. En un apocalipsis nuclear nadie resultaría vencedor. Tal vez solo las ratas y las cucarachas saldrían ilesas. Nunca antes la humanidad estuvo tan amenazada, y todo por causa del odio y la ambición desmedida de unos pocos miserables con mucho poder militar y económico, para quienes la vida no vale nada, y hasta juran que pueden decidir por más de ocho mil millones de personas cuándo y dónde utilizar su poderío bélico para arrasar y neocolonizar países.
Palestina libre
Tal como sucede actualmente con el Pueblo Palestino, que desde el pasado 7 de octubre de 2023 sufre el bombardeo inclemente del ejército sionista de Israel al mando del diablo Netanyahu, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea, ante la impotencia del resto del mundo que se ve amenazado por una experiencia parecida en un futuro no tan lejano, cuestión que rebasa los límites de la resignación y nos obliga a asumir una complicidad pasiva si no hacemos algo y levantamos nuestra voz de protesta e indignación por algún medio, tal como hace en el siguiente poema el poeta palestino Mahmud Darwish:
Mahmud Darwish
Ocuparon mi patria,
expulsaron a mi pueblo,
anularon mi identidad.
Y me llamaron terrorista.
Confiscaron mi propiedad,
arrancaron mis frutales,
demolieron mi casa.
Y me llamaron terrorista
Legislaron leyes fascistas,
practicaron el odiado apartheid.
Destruyeron, dividieron, humillaron.
Y me llamaron terrorista.
Asesinaron mis alegrías,
secuestraron mis esperanzas,
esposaron mis sueños.
Cuando rechacé todas las barbaries,
Ellos… ¡Mataron a un terrorista!
Insistimos en afirmar que en torno a este tema nadie tiene la última palabra. Ningún ser humano pensante y sensible puede guardar silencio cuando la frágil paz mundial está amenazada. Es por eso que ante el difícil panorama de la situación del poeta ante la guerra, tema que nos convoca, finalmente resulta acertado citar las palabras del Premio Nobel de Literatura, Harold Pinter:
“La vida de un escritor es extremadamente vulnerable, apenas una actividad desnuda. No tenemos que llorar por ello. El escritor hace su elección y queda atrapado en ella. Pero es cierto que está expuesto a todos los vientos, algunos de ellos en verdad helados. Estás solo por tu cuenta. No encuentras refugio ni protección, a menos que mientas, en cuyo caso, por supuesto, te habrás construido tu propia protección, y podría decirse, te habrás vuelto un político…”
(Continuará). ¡Salud, Poetas!
*Mohamed Abí Hassan (El Tigre, 1956). Poeta, artista visual y editor independiente. Licenciado en Educación, Mención Artes Plásticas (cum laude), por la Universidad de Carabobo (UC). Ha ejercido la docencia en la UC y en la Universidad Arturo Michelena. Ha sido colaborador en las revistas Poesía y La Tuna de Oro (UC). Primer Premio II Bienal de Literatura Gustavo Pereira, Mención Poesía 2013; Primer Premio IV Bienal de Literatura José Vicente Abreu, Mención Poesía 2016; Primer Premio Concurso Nacional del II Festival 3.0 de Historias Comunales Ramón Tovar (2022). Formó parte de la Comisión Rectoral del Encuentro Internacional de Poesía de la UC. Coordinó el Taller de Formación de Cronistas Comunales en Mariara, estado Carabobo, auspiciado por el Minci, la Revista Nacional de Cultura y el Centro Nacional de Historia. Actualmente se desempeña como facilitador de talleres de iniciación en la creación literaria, así como talleres sobre patrimonio histórico.
Views: 5