La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mantiene a la expectativa ante el riesgo de propagación del llamado “virus de Marburgo”, en Ruanda, África.
Desde finales de septiembre se ha registrado un brote, con 27 casos confirmados y 9 muertes. La enfermedad producida por este microorganismo es “mortal e incurable”.
De momento, la OMS estima que el 70 % de los afectados son trabajadores de salud que laboran en centros médicos de la capital del país africano. La institución lleva a cabo un exhaustivo rastreo de 300 personas que pudieron haber tenido contacto con el virus.
Un ciudadano de origen desconocido habría viajado al extranjero luego de exponerse a la enfermedad. Sin embargo, tras el seguimiento llevado a cabo en su país natal —que no fue especificado por la organización— no presentó síntomas.
En Alemania las autoridades locales se vieron obligadas a cerrar algunas vías de la estación central de Hamburgo, pues presumen que dos ciudadanos a bordo de un tren podían estar contagiados con el virus.
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Síntomas y origen
A pesar del revuelo ocasionado, el virus de Marburgo no es nuevo. Fue descrito por primera vez en el año 1967 y ha tenido varios brotes numerosos. El más significativo de todos ocurrió entre los años 2004 y 2005, cuando 252 personas resultaron infectadas, de las cuales murieron 227.
Tras entrar al cuerpo, el virus entra en un proceso de incubación que dura entre 2 y 21 días. Los síntomas son:
- Fiebre elevada
- Cefalea intensa
- Malestar general pronunciado
- Dolores musculares
- Diarrea acuosa intensa
- Cólicos abdominales
- Náuseas
- Vómitos
- Posteriormente aparece el “aspecto de fantasma”, en el que el paciente tiene inexpresividad facial, letargo intenso y ojos hundidos.
- Finalmente, algunos desarrollan síntomas hemorrágicos graves.
Cabe destacar que la enfermedad se transmite al entrar en contacto con fluidos corporales de otro individuo infectado. De momento, no hay indicios que resulten alarmantes de cara a una posible propagación regional o mundial.
