La cleptomanía es un trastorno que arropa a una de cada mil personas alrededor del mundo y se caracteriza por esa falla en el control de los impulsos que no les permite resistir a tomar algo que no es suyo.
La psicólogo Giezy Corrales de Acosta, directora de la Unidad de Bienestar Psicoestima, indicó que por lo general estas personas toman objetos sin valor económico, que no lo necesitan y después que los toman los descartan, regalan o devuelven.
Por lo general las personas que hacen este tipo de cosas no están premeditando, no salen con la idea de robar, si no que están en algún lugar, ven algo y siente tensión que los impulsa a tomarlo.
Sienten el placer y tras el alivio de la tensión sienten culpa, remordimiento, vergüenza. Muchos lo regresan o los botan.
La diferencia con un robo es que son cosas que no pueden canjear.
Además, cuando hay un hurto ya la persona lo pensó, vio que lo quiere y lo toma; mientras que los que sufren de cleptomanía están en el lugar, sienten la tensión, lo toma, lo guarda, se alivian, se calman y luego tienen culpa.
Los estudios no son concluyentes de por qué lo hacen, pero si hay una desestabilización emocional, pueden ser personas que sufren de ansiedad, depresión, problemas en el control de impulsos.
Dijo que si se trata ese trastorno, con tratamientos desde pensamientos hasta las acciones; y los psiquiatras intervienen porque cuando hay una bioquímica.
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