Este lunes, José Raúl Mulino asumió la Presidencia de Panamá para el período 2024-2029 en un acto en la capital panameña ante jefes de Estado y de Gobierno. Mulino recibió la banda presidencial de la nueva presidenta de la Asamblea Nacional (AN), la diputada Dana Castañeda, su correligionaria en el nuevo partido Realzando Metas (RM).
“Juro a Dios y a la Patria” cumplir y hacer cumplir la ley y la Constitución, fue el juramento que hizo Mulino, flanqueado por su esposa y primera dama, Maricel Cohen de Mulino, momentos antes de recibir la banda presidencial.
El nuevo presidente de Panamá se impuso en los comicios generales del pasado 5 de mayo con el 34,23% de los votos, tras una campaña accidentada en la que comenzó como aspirante a vicepresidente de la fórmula del exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), pero pasó a ocupar su lugar “in extremis” tras la inhabilitación del exgobernante después de ser condenado a más de diez años de prisión por corrupción y asilarse en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
Promete frenar la migración ilegal
En su discurso de investidura en el Centro de Convenciones Atlapa, en Ciudad de Panamá, Mulino se comprometió a devolver al país el dinamismo de la economía panameña, dependiente de su canal interoceánico.
Sin embargo, su mensaje más contundente fue sobre la crisis migratoria. Mulino prometió evitar que Panamá sirva de tránsito a los migrantes que cruzan la selva del Darién rumbo a Estados Unidos. “Panamá no será más un país de tránsito para los ilegales”, sentenció.
Advirtió que su país no puede seguir “financiando el costo económico y social de la migración” a través de la selva del Darién, fronteriza con Colombia y por donde pasó medio millón de personas en 2023. “Comprendo que hay razones profundas en la migración, pero cada país debe resolver sus problemas”, afirmó Mulino.
Tras la ceremonia, el nuevo canciller, Javier Martínez-Acha, firmó con el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, un convenio en que el gobierno de Joe Biden se compromete a “cubrir el gasto” de la repatriación de migrantes que “entren ilegalmente” a Panamá por el Darién.
Según el convenio suscrito, Estados Unido se compromete a “apoyar a Panamá con equipos, transporte y logística” contra “flujos migratorios irregulares”, y el gobierno de Mulino, por su lado, a respetar los derechos humanos, de acuerdo a un comunicado oficial.
Fuente: Agencia EFE/France 24.
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