JAVIER OTAZU (EFE)
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes, por primera vez y tras cuatro intentos fallidos previos, una resolución en la que se pide inequívocamente un alto el fuego en la guerra de Gaza.
La resolución fue aprobada por 14 votos a favor y una abstención, la de Estados Unidos. Al aprobarse suscitó los aplausos de la sala, cosa que raramente sucede.
El Consejo “pide un alto el fuego inmediato durante el mes de ramadán y que conduzca a un alto el fuego duradero”, al tiempo que pide -pero no lo vincula- “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” en manos de Hamás.
El texto de la resolución también subraya “la urgente necesidad de expandir el flujo de asistencia humanitaria y reforzar la protección de los civiles en la franja de Gaza” y pide a Israel, al que no nombra, que “levante todas las barreras a esta ayuda humanitaria”.
La resolución fue presentada por los diez miembros no permanentes del Consejo, entre los que hay países africanos, asiáticos, europeos y latinoamericanos, lo que da una idea de la percepción mundial de urgencia de la guerra de Gaza.
La incertidumbre sobre su aprobación se mantuvo hasta el último minuto. Rusia pidió que hubiera una votación aparte para introducir la palabra “permanente” tras el alto el fuego -en el entendido de que “duradero” permitiría a Israel seguir con la guerra-, pero esa enmienda no fue aprobada.
La guerra que comenzó hace casi seis meses ha causado más de 32.000 muertos, ha dejado a un millón largo de personas (casi la mitad de los gazatíes) en estado de “inseguridad alimentaria extrema” y ha dejado en el territorio palestino un nivel de destrucción que algunos han equiparado al de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.
Tras aprobarse la resolución, el movimiento islamista palestino Hamás pidió que dicha resolución se cumpla. “Hamás pide al Consejo de Seguridad que presione a la ocupación [de Israel] para que cumpla el alto el fuego y detenga la guerra de genocidio y la limpieza étnica contra nuestro pueblo”, anunció Hamás en un comunicado vía Telegram.
Además, Hamás recordó “la necesidad” de que ese alto al fuego sea permanente y conduzca a la retirada de la tropas israelíes de la Franja, así como al retorno de las cientos de miles de personas desplazadas del norte el enclave palestino, que tras casi seis meses de guerra ha visto a más del 85% de su población forzosamente evacuada.
Además, Hamás mostró su predisposición al intercambio de rehenes. “Afirmamos nuestra disposición a participar de inmediato en un proceso de intercambio de prisioneros -como Hamás se refiere a los 134 cautivos que tomó de Israel- que conduzca a la liberación de los prisioneros retenidos por ambas partes”, añadió el comunicado al respecto.
El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) también celebró la resolución y como Hamás, reclamó que el alto el fuego sea “permanente y sostenible”.
“Señalamos la importancia de intensificar los esfuerzos internacionales, incluido el Consejo de Seguridad, para lograr un alto el fuego permanente y sostenible que se extienda más allá del mes sagrado del Ramadán, y asegure la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza y frene el desastre y la hambruna”, indicó la ANP en un comunicado.
El Ministerio de Exteriores de la ANP también pidió a la ONU “trabajar de inmediato para liberar a prisioneros y detenidos y prevenir el desplazamiento forzado, ya que más de dos millones de gazatíes han sido desplazados por la violencia.
También solicitó al Consejo de Seguridad la “implementación inmediata” de la resolución y la asunción de sus responsabilidades de “proteger a civiles y al pueblo palestino sometido a crímenes de genocidio deliberado”
Cuatro intentos fallidos
Este pasado domingo, antes de aprobarse la resolución, el secretario general de la ONU, António Guterres, comparó lo sucedido en Gaza con el apocalipsis: “Mirando a Gaza, casi parece que los cuatro jinetes de la guerra, el hambre, la conquista y la muerte galopan a través de ella”, dijo Guterres en Egipto, tras subrayar que nada justifica el castigo colectivo a los palestinos.
En las cuatro ocasiones anteriores, Estados Unidos -aliado incondicional de Israel- vetó tres resoluciones porque según Washington un alto el fuego permitiría el rearme de Hamás, mientras que el pasado viernes fueron Rusia y China las que vetaron la resolución de Estados Unidos con el argumento de que no contenía un vocabulario claro y contundente para exigir un alto el fuego. El cambio de postura de Estados Unidos denota cierta tensión con Israel, su tradicional aliado.
Las peticiones a Israel de un alto el fuego en Gaza habían caído hasta ahora en saco roto, pese a que cada vez más países se han sumado a estos llamados, incluidas naciones europeas -Francia, Alemania o Reino Unido- que al principio de la guerra estaban más cercanas a Israel y otras aliadas que también han ido evolucionando como Canadá o Japón, quedando Estados Unidos como el último aliado inquebrantable del estado hebreo. Hasta este lunes.