El 12 de diciembre de 2019, la Asamblea General proclamó el 20 de julio como el Día Internacional del Ajedrez para conmemorar la fecha de la fundación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en París en 1924
Por iniciativa de la FIDE, el 20 de julio ha sido observado como el Día Internacional del Ajedrez por los ajedrecistas de todo el mundo desde 1966.
El ajedrez es uno de los juegos más antiguos, tiene un carácter intelectual y cultural, y combina elementos del deporte, el razonamiento científico y el arte. Cualquier persona, en cualquier lugar, puede jugar ya que trasciende las barreras del idioma, la edad, el género, la capacidad física o la situación social.
Es un juego de alcance mundial que promueve la equidad, la inclusión y el respeto mutuo, y en ese respecto puede contribuir a la creación de un entorno de tolerancia y comprensión entre los pueblos y las naciones.
Antecedentes:
El ajedrez es un juego de estrategia en el que se enfrentan dos jugadores, cada uno de los cuales tiene 16 piezas de valores diversos que pueden mover, siguiendo ciertas reglas, sobre un tablero dividido en cuadrados blancos y negros. El objetivo final del juego consiste en “derrocar al rey” del oponente. Hoy en día, se han identificado más de 2.000 variantes del juego
Hay una teoría que mantiene que el temprano predecesor del ajedrez fue un juego similar conocido como Chaturanga que se originó al norte del subcontinente indio durante el período Gupta (~319 – 543 d.C.). La palabra «chaturanga» se traduce como «cuatro divisiones militares», refiriéndose bien a las cuatro piezas del juego: la caballería e infantería, los elefantes y los carros de guerra (piezas que en el juego moderno se convirtieron en el peón, el caballo, el alfil y la torre), o al hecho de que en el juego participaban cuatro jugadores.
Chatrang, y más tarde Shatranj, fue el nombre que se le dio al juego cuando llegó a la Persia sasánida. La primera referencia proviene de un manuscrito persa que data de alrededor del 600 d.C. donde se narra como un embajador del Indostán obsequia con el juego al rey Khosrow I (531 – 579 d.C.). Desde allí se extendió a lo largo de la Ruta de la Seda hacia el oeste de Persia y a otras regiones, incluyendo la península arábiga y Bizancio.
En el 900 d.C., al-Suli y al-Lajlaj, maestros del ajedrez de la dinastía abásida, escribieron acerca de las técnicas y la estrategia del juego. Para el año 1000 d.C., el ajedrez se había popularizado por todo Europa, y había llegado a Rusia a través de la estepa euroasiática. En un manuscrito de Alfonso X, conocido como el Libro de los Juegos — una colección medieval de textos acerca de tres juegos populares del siglo XIII d.C. — se hace una descripción del ajedrez muy similar al Shatranj persa en cuanto a las reglas y dinámica de juego.
¿Por qué jugar al ajedrez es bueno para la salud?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) practicar el ajedrez ayuda a “tranquilizarse” tras una situación de mucho estrés, además de estimular las habilidades y el desarrollo mental. Sin embargo, esto no es lo único en lo que interviene el ajedrez para nuestra salud. Practicar este juego, entre otras cosas:
- Mejora el razonamiento matemático
- Potencia la creatividad y la imaginación
- Fortalece la memoria
- Ayuda a la concentración
- Mejora el estado de ánimo
- Ayuda a favorecer las habilidades sociales
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