La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó este viernes a Israel que detenga inmediatamente su ofensiva sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, donde la situación humanitaria es ahora mismo «desastrosa».
En su dictamen, el presidente de la corte, Nauaf Salam, declaró que Israel no ha conseguido convencer al tribunal de las medidas que dice haber adoptado para mejorar la seguridad de los civiles de la Franja de Gaza y, en particular, los cientos de miles desplazados en las últimas dos semanas por el comienzo de su última operación en la ciudad.
Así, «Israel debe suspender inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda infligir a la población palestina condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física, ya sea total o parcial».
Además, la Corte insta a Israel a que tome «medidas efectivas» para garantizar «el acceso sin obstáculos a la Franja de Gaza» a «cualquier comisión de investigación, misión de investigación u organismo de investigación encargado por los órganos competentes de la ONU para investigar acusaciones de genocidio».
La CIJ ya había instado a finales del pasado mes de enero al Gobierno israelí a que permitiera la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, una orden que reiteró a finales de marzo. También había pedido a Israel que tomara “todas las medidas que están en su poder para evitar actos de genocidio” en la guerra de Gaza y presentara un informe con todas las medidas adoptadas para aplicar esas órdenes, en un plazo de un mes, pero Israel jamás lo hizo.
Por ello, Sudáfrica pidió posteriormente a la CIJ que ordenara medidas cautelares adicionales, para detener la masacre en Gaza. El Gobierno sudafricano presentó el pasado diciembre una demanda contra Israel denunciando un “patrón de conducta de intención genocida” en su ofensiva en Gaza, que ha dejado casi 36.000 muertos –incluidos más de 15.000 niños– desde el pasado 7 de octubre.