En las últimas semanas, la proliferación de negocios informales e improvisados ha tomado fuerza en el municipio Naguanagua, específicamente en la zona de Mañongo. Esta tendencia surge como una respuesta ciudadana ante las dificultades económicas, según relató Jorg Metzger Lozano
Los comerciantes informales, que incluyen tarantines o incluso desde sus automóviles, han comenzado a instalarse en viviendas y espacios cercanos, convirtiéndose en una alternativa para obtener ingresos. Aunque la informalidad en el comercio no es un fenómeno nuevo en la región, los residentes han notado un incremento en la cantidad de estos negocios en las últimas semanas.
Impacto en la Comunidad
La expansión de estos comercios informales refleja la necesidad de los ciudadanos de adaptarse a una economía en crisis, donde las oportunidades de empleo formal son escasas.
Este tipo de comercio no solo proporciona una fuente de ingresos para muchas familias, sino que también contribuye a la dinámica económica local, aunque a menudo carece de regulación y protección social.