Caracas (AFP) – El Gobierno de Colombia y la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de la guerrilla de las FARC, abrieron este lunes en Caracas, Venezuela, su primera ronda de negociaciones de paz, una apuesta del presidente izquierdista Gustavo Petro.
Siete delegados del gobierno y otros siete de la organización insurgente al mando del ex número dos de la extinta guerrilla, alias ‘Iván Márquez’, participan en este primer proceso, que se extiende hasta el sábado.
«Hoy queremos manifestar que la Segunda Marquetalia Ejército Bolivariano, bajo mi mando y su dirección colectiva, tiene toda la disposición de contribuir al logro común de la paz para Colombia», expresó ‘Márquez’, presente en el acto.
Estas negociaciones generan resistencia ya que se hacen con detractores del Acuerdo de Paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de 2016, cuando Márquez era el segundo hombre más importante de la organización y jefe negociador.
Las partes expresaron que en esta primera fase se definirán protocolos de negociación y se anunciarán las primeras decisiones.
‘Márquez’ -cuyo nombre real es Luciano Marín- insistió en Caracas que su vuelta a la insurgencia armada respondió «al incumplimiento y a la traición del Estado al Acuerdo de Paz de La Habana».
«No podemos arrancar de cero», respondió el jefe de la delegación del gobierno, Armando Noboa, pese a considerar que hubo una «indebida implementación» del acuerdo. «Sería un error histórico, sobre todo para los firmantes del 16 (…). Ese acuerdo es un mandato vinculante, vigente».
El líder guerrillero permaneció algunos años dentro del proceso después del acuerdo que llevó a la guerrilla a convertirse en partido político. Pero desertó y en 2019 reapareció en un video anunciando una nueva rebelión armada.
En 2023 medios locales especularon con la muerte de ‘Iván Márquez’ en Venezuela tras sufrir un atentado. Pero en mayo apareció en un video manifestando su apoyo a Petro.
Márquez es «de las pocas cabezas vieja guardia que quedan» con «fuertes bases ideológicas», explicó a la AFP Francisco Javier Daza, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES). Y eso «tiene un peso» y «puede que contribuya a que una negociación sea mucho más rápida, mucho más eficaz» que las que el gobierno tiene abiertas con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC).
Walter Mendoza, jefe de la delegación insurgente, adelantó que la Segunda Marquetalia aspira a «la posibilidad de continuar haciendo política sin armas». «Cumplir con lo acordado será la condición», zanjó.
Otras negociaciones de paz
Petro, que también negocia con el ELN, inició en octubre pasado conversaciones con el Estado Mayor Central -otro grupo de disidentes de las FARC, a cargo de alias ‘Iván Mordisco’, un cabecilla que no firmó la paz en 2016-, diálogos que se han visto truncados por divisiones internas dentro del bloque de disidente.
Petro conversa con el EMC desde octubre del año pasado, antes de que el grupo se dividiera en dos en abril. La mitad de los guerrilleros al mando de Mordisco se apartaron, mientras que el otro 50% siguen en diálogo.
Las conversaciones con el ELN atraviesan, por su parte, una crisis, sobre la que aún no hay soluciones sólidas.
La Segunda Marquetalia tiene unos 1.660 combatientes, según cálculos de inteligencia militar. Analistas consideran que es una guerrilla débil en comparación con el Estado Mayor Central y con el Ejército de Liberación Nacional.