El autismo y el TDAH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, muchas veces van de la mano.
Zullmary Morgado, psicólogo clínico, especialista en el Área Infanto Juvenil y Neurodiverso, recomendó a los padres estar pendiente durante los primeros años de vida de sus hijos y su desarrollo psicomotor, si habló a tiempo, gateó, caminó, como es la relación con otros.
No obstante, también es importante considerar que algunos niños no presentan características en edades tempranas si no a medida que van creciendo cuando se presentan mayores retos.
Como ejemplo puso cuando comienza la socialización con otros niños, usualmente no sabe cómo jugar, no respeta las reglas del juego, suele ser invasivo, se irrita con facilidad, las situaciones sociales lo pueden abrumar, tiende a rechazar reuniones o eventos, rechaza el contacto o lugares con mucha iluminación a sonidos altos.
Hay varios grados, desde el uno que no requiere tanto apoyo, hasta el tres.
Es algo que va evolucionando en el tiempo. A partir del abordaje terapéutico que se le haga habrá conductas que se van minimizando o dejando de lado.
Debe hacerse un diagnóstico adecuado y oportuno de autismo y TDAH para tener un adulto funcional.
La vida está cargada de retos y debemos adaptarnos a diversas circunstancias, por eso es importante implementar habilidades sociales y muchas veces es una de las grandes dificultades que tienen estos chamos.
Las mayores complicaciones se tienen en el grado tres donde se requiere un apoyo casi al 100% de los cuidadores, porque hay compromiso en el lenguaje, la autonomía y el nivel social.