El Gobierno de Venezuela condenó enérgicamente el «secuestro» del buque «Madleen», parte de la coalición Flotilla de la Libertad, el cual transportaba ayuda humanitaria a Gaza con 12 activistas a bordo, incluida Greta Thunberg. Caracas calificó el hecho como un «acto de piratería y agresión contra la solidaridad internacional».
«Genocidio en curso» y violación al derecho internacional
A través de un comunicado difundido por el canciller Yván Gil en su cuenta de Instagram, Venezuela señaló que este nuevo «atropello» ocurre en el marco del «genocidio en curso que el gobierno de Benjamin Netanyahu ejecuta con total impunidad contra la población civil palestina».
El Estado venezolano afirmó que «Israel ejecuta una masacre planificada y sostenida, amparada por el silencio cómplice de las potencias occidentales». La misiva enfatizó que «impedir» el ingreso de ayuda humanitaria «no es solo una violación al derecho internacional: es parte del andamiaje de exterminio sistemático que Israel impone sobre un pueblo que resiste».
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