Donald Trump ha decidido extender por un año más las sanciones contra Rusia promulgadas por su antecesor Joe Biden.
Estas medidas consisten en el bloqueo de activos rusos y restricciones secundarias a las instituciones extranjeras que cooperen en el complejo militar e industrial del gigante europeo.
Las justificaciones van desde acciones de Moscú «para socavar la realización de elecciones democráticas libres y justas» en el país norteamericano, la «corrupción transnacional para influir en Gobiernos extranjeros» y «socavar la seguridad en países y regiones importantes para la seguridad nacional de EE. UU.».
De acuerdo a las autoridades norteamericanas, estas actividades resultan dañinas y representan una amenaza «inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de EE. UU.».