Suspenso en elecciones de EE.UU, se contabilizan estados claves

 

A medida que avanza el conteo de votos, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Georgia, con muchos sufragios enviados por correo aún por contabilizar, se convierten en la llave para definir quién se quedará con la presidencia

Los estadounidenses no saben aún quién será su presidente a partir de 2021, pero sí tienen ya claro que se vienen días muy complicados: mientras el demócrata Joe Biden aseguró estar en “el camino” de la victoria, el republicano Donald Trump, actual jefe de Estado, denunció que le están intentando “robar la elección” y señaló a la Corte Suprema como la institución que deberá decidir quién será el próximo presidente.

“Esto es un fraude a los estadounidenses, una vergüenza para nuestro país”, dijo Trump pasadas las dos de la madrugada en un discurso en la Casa Blanca ante un grupo de invitados. Una hora y media antes, en una aparición en Delaware, Biden había sido claro: “Soy optimista, creo que estamos en camino de ganar esta elección”.

La aparición de Trump marcó el punto culminante de una noche que sería larga, porque el recuento de los votos continuaba. Una noche que le dio a los estadounidenses cuatro certezas: las encuestadoras volvieron a fallar, el “cinturón de óxido” será otra vez decisivo, ganar el voto popular no garantiza llegar a la Casa Blanca y habrá que esperar pacientemente al recuento de los votos emitidos antes del 3 de noviembre, tanto los presenciales adelantados como los enviados por correo.

Seis estados podrían definirir si Donald Trump permanece en la Casa Blanca o si Joe Biden regresa allí, esta vez como presidente.

El conteo de votos avanza en Estados Unidos y la atención del mundo se comienza a concentrar en cuatro estados fundamentales que definirán quién ganará la elección presidencial en Estados Unidos. Los ojos se posan sobre Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Georgia.

Estos tres estados suman un total de 62 votos electorales, de los cuales 16 corresponden a Georgia, 10 a Wisconsin,16 a Michigan y 20 a Pensilvania, que además es el estado natal del candidato demócrata Joe Biden.

Se estima que los resultados finales en estos estados, donde se han recibido millones de votos enviados por correo, puedan demorarse varios días en conocerse.

Los de Wisconsin podrían conocerse entre este miércoles y jueves, los de Michigan podrían llegar recién el viernes y el suspenso en Pensilvania podría estirarase hasta el fin de semana. En Georgia la balanza parecía inclinarse a favor de Trump durante la noche, pero en las primeras horas del jueves la ventaja del mandatario se reducía, volviendo a alimentar la incertidumbre sobre el resultado final en el estado sureño, un tradicional bastión republicano.

Puede que alguna vez Utah o Alabama voten demócrata, aunque no ha sucedido en décadas; puede que alguna vez California o Nueva Jersey vuelvan a votar republicano. Pero en general son estados donde el capital político de un partido u otro está asegurado con una previsibilidad similar a las estaciones. En cambio, Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Florida, Iowa, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pensilvania, Wisconsin y en ocasiones Texas son como la pluma en el viento de la canzone de Rigoletto: se los considera estados en disputa perenne, que un año pueden favorecer a los conservadores y dos años más tarde, a los liberales.

De los seis estados que al comienzo de la noche aparecían como claves, Florida y Carolina del Norte se inclinaron por el presidente Trump, mientras Arizona fue arrebatada por Biden, allí donde habían triunfado cómodamente los republicanos en 2016.

Por eso, toda la atención se trasladó a estos tres estados.

 

Vía Juan Miguel Ávalos