La investidura de Maduro…
…Como estaba previsto, Nicolás Maduro fue investido el pasado viernes presidente de Venezuela para su tercer mandato. El gobernante tomó juramento ante el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, en el Palacio Federal Legislativo, y en presencia de los mandos de los poderes del Estado, representantes diplomáticos de varios países, entre estos Rusia, China, Brasil, Colombia y México; los presidentes de Cuba y Nicaragua, Miguel Diaz Canel y Daniel Ortega; los primeros ministros de algunas naciones caribeñas y representantes de organizaciones sociales internacionales especialmente invitadas al evento. «Este nuevo período presidencial será el de la paz, la prosperidad, la igualdad y la nueva democracia, lo juro por la historia, por mi vida, y así cumpliré», dijo Maduro al tomar juramento mientras en Caracas se desarrollaban movilizaciones en su respaldo por parte de sus partidarios. «Digan lo que quieran decir, hagan lo que quieran, pero esta toma de posesión venezolana, constitucional, no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana, de la gente que quiere paz (…) nunca antes había visto una conspiración como la que estamos desenmascarando, derrotando», afirmó Maduro en referencia al conflicto en el cual se dio su juramentación del 10 de enero y a la crisis abierta en el país desde las cuestionadas elecciones presidenciales del 28 de julio del 2024, desconocidas por un sector de la oposición y gobiernos de países como Argentina, Chile, Canadá, Estados Unidos y varios integrantes de la Unión Europea…El mismo día de la toma de posesión de Maduro, para su tercer mandato, Estados Unidos aumentó la recompensa de 15 millones de dólares que ofrecía por el presidente y por el ministro Diosdado Cabello, llevándola a 25 millones, ofreciendo a su vez una de 15 millones por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López. Washington, así como Bruselas, Canadá y Londres, ampliaron a su vez sus listas de sancionados incluyendo a figuras del Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, o el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. El no reconocimiento de la elección de Maduro por parte del saliente gobierno de Joe Biden, y las nuevas sanciones a funcionarios de su administración, anticipan una continuidad del status quo entre Washington y Caracas pero no resulta fácil predecir qué hará el presidente electo Donald Trump ante esta situación cuando asuma su mandato el 20 de enero, ante las demandas de quien le piden que ejerza “máxima presión”, y quienes le recomiendan que sea pragmático y negocie por migrantes y petróleo. Como lo afirma el analista internacional Marco Teruggi, “los próximos días y semanas indicarán si Venezuela se encamina a un aplacamiento de las aguas, o si por el contrario los sectores opositores nucleados alrededor de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia buscarán realizar una acción de cara a no perder lo que consideran es aún una ventana de oportunidades, en particular a partir del regreso de Trump a la Casa Blanca. Por el momento parece terminar un pico de 48 horas de alta tensión” …
Venezuela ante el mundo…
…La crisis política venezolana es percibida bajo distintas ópticas en el llamado mundo occidental según la ubicación ideológica de los distintos gobernantes, así esta última solo responda a una cuestión de mero oportunismo como el caso del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien hace apenas una década militaba en el Frente Farabundo Martí, que lo llevó a la alcaldía de San Salvador en 2015. Entonces Bukele era un ferviente admirador del presidente Hugo Chávez y aplaudió su victoria en 2012, rechazando las acusaciones de fraude que para variar hicieron los mismos dirigentes que siguen atornillados al frente de la Plataforma Unitaria Democrática, que por cierto para nada cuestionan la deriva autoritaria de su nuevo aliado Bukele. En el caso de Colombia, el asunto sigue en la misma línea. Como lo afirma el analista Sergio Otálora Montenegro, en un artículo publicado en el diario El Espectador de ese país, “lo peor de la política colombiana está dando cátedra de “democracia”, a propósito de la posesión de Nicolás Maduro, quien, dicho sea de paso, se atornilla en Miraflores al socaire de unas elecciones presidenciales espurias… Andrés Pastrana e Iván Duque están metiendo sus narices en Venezuela, en una supuesta cruzada por la libertad, que no es más que el viejo estribillo anticomunista que tiene una vista muy grande para condenar a los autoritarios de izquierda, y una ceguera deliberada para mencionar los atropellos de los autoritarios de derecha, al estilo Bukele, y en otros tiempos Bolsonaro o Uribe”…Hace un par de días, María Corina Machado agradeció a Bukele por su compromiso con la “libertad” en Venezuela, haciendo caso omiso de las violaciones a los derechos humanos que viene cometiendo el mandatario salvadoreño y quien, desdeñando la constitución de su país, parece dispuesto a reelegirse indefinidamente. Por su parte, y como lo anota igualmente Otárola, “el señor Edmundo González Urrutia –el supuesto ganador de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 28 de julio– visitó a la derecha y extrema derecha Latinoamericana (Milei en Argentina; Mulino en Panamá; Abinader, en República Dominicana), pero se le olvidó que podría haber aliados importantes a la izquierda, como Boric en Chile; Orsi, el presidente electo de Uruguay; Lula, en Brasil. González y Machado han buscado siempre la solidaridad de la derecha radical, y en Colombia sí que es claro: solo hablan con el uribismo, como si en ese país no hubiera más partidos ni líderes dispuestos a aportar otras perspectivas y posibles alternativas.” Y como también lo dice acertadamente Otárola, a los políticos venezolanos que cuestionan la “supuesta” victoria de Maduro y su toma de posesión se ha unido “una comparsa de expresidentes latinoamericanos (todos a la diestra, por supuesto) llamada el Grupo IDEA, un puñado de nostálgicos del poder –financiados por un magnate venezolano radicado en Miami– que creen que sacando comunicados y haciendo piruetas políticas como la de acompañar a González a su proyectada presencia en Caracas, van a producir la “desestabilización” del régimen autoritario de Maduro”. Entre los ex mandatarios de IDEA, muchos de ellos acusados en sus países por sus derivas autoritarias y hechos de corrupción, destaca Álvaro Uribe, pidiendo una intervención armada de la “comunidad internacional” en Venezuela, postura respaldada desde su cómodo exilio madrileño por Leopoldo López, quien se reunió hace poco con Edmundo González y otros impresentables personajes del grupo IDEA, generando una ola de rechazo en las redes por parte de antiguos partidarios que ahora, como a Juan Guaido, no lo quieren ver cerca de González…Por el lado de la izquierda, o el progresismo, a la toma de posesión de Maduro no asistieron los presidentes Gustavo Petro, Lula y Claudia Sheimbaum, de Colombia, Brasil y México, respectivamente, pero sus gobiernos estuvieron representados por sus respectivos embajadores acreditados en Caracas. Tanto Petro como Lula han hecho cuestionamientos a las elecciones presidenciales del 28 de julio del año pasado, pero no están dispuestos a romper relaciones diplomáticas con Venezuela ni a desconocer el nuevo gobierno de Maduro. Lo propio ha hecho la presidenta Sheimbaum, en consonancia con la tradicional doctrina Estrada, de la política internacional mexicana…La ausencia de estos lideres de la izquierda “nuestramericana” fue cubierta no obstante por decenas delegados de organizaciones sociales progresistas como el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, agrupaciones antifascistas que simultáneamente realizaron un congreso mundial en Caracas y representantes de destacadas figuras políticas de la mejor historia latinoamericana como los familiares del recordado presidente brasileño Joao Goulart (1961-1964), depuesto por un golpe de estado orquestado por Estados Unidos…A la juramentación de Maduro también asistieron algunos embajadores de la Unión Europea, sin una postura unánime ante este nuevo gobierno y buenas parte de los representantes diplomáticos de países de África y Asia, con Rusia, Sudáfrica, China y Turkiye a la cabeza, donde el nuevo mandato de Maduro ha sido reconocido sin mayor discusión…La gran incógnita, como lo anotamos en el segmento anterior, la representa el próximo gobierno de Donald Trump…
Salidas por la fuerza…
…A todas estas, venezolanos que se encuentran en un dispendioso exilio en Estados Unidos, y que cuestionaron la “victoria” de Maduro, y rechazan ahora su toma de posesión, asumen una postura muy beligerante contra el nuevo gobierno y exigen su salida por la fuerza. Oscuros personajes como Iván Simonovis amenazan a diario con asonadas militares, no se sabe con quienes, y aseguran que todo está listo para la “salida por la fuerza” de Maduro. En días pasados, un grupo de supuestos militares retirados, solo logramos identificar al ex capitán Javier Nieto Quintero, aparecieron trajeados con pintorescas franelas de camuflaje, asegurando que estaban listos para montar una incursión armada contra la “dictadura” de Maduro. No dijeron con cuantos efectivos contaban, se supone que es un secreto, claro, pero luego hicieron un llamado al mercenario Erick Prince para que los ayudara. Prince, al parecer en bancarrota luego de su salida de Blackwater, en su momento una de las fuerzas mercenarias más poderosas del mundo, ha conseguido una lucrativa veta para hacer dinero con sus amenazas de una invasión a Venezuela, secundadas insólitamente por personajes como Nieto Quintero y Leopoldo López. En la misma onda intervencionista andan, como ya lo anotamos, algunos expresidentes latinoamericanos como Uribe e Iván Duque, el boliviano Tuto Quiroga y el mexicano Vicente Fox. Pero la mayoría de los venezolanos, inclusive buena parte de quienes cuestionan el resultado de las elecciones presidenciales de julio del 2024, anunciado por el Consejo Nacional Electoral, rechazan una salida por la fuerza. Lástima que de ese sentir mayoritario no se hacen eco algunos dirigentes de la oposición agrupados en la Plataforma Democrática, que no terminan de deslindarse de esos llamados a la violencia y continúan aplaudiendo la imposición de sanciones a Venezuela, mientras callan ante los pedidos que se hacen para que se produzca una intervención militar para derrocar a Maduro. Es algo lamentable como hemos dicho, porque que salirle al paso a esas amenazas del uso de la fuerza no implica necesariamente un apoyo al gobierno, como quieren hacerlo ver los opositores más radicales. De allí que resulta encomiable la posición asumida en contra de las sanciones y los llamados a una intervención militar por dirigentes opositores como Antonio Ecarri Angola, de la Alianza del Lápiz, analistas como Simón García y Enrique Ochoa Antich y decenas de lideres de distintos partidos en todos los estados del país que rechazan salidas por la fuerza al conflicto político. Debería hacer lo mismo Edmundo González, en lugar de andar reuniéndose con “lo peor de la política colombiana” (Otárola dixit) o con el “loco” Milei, la Pato Bullrich y los más conspicuos representantes de la ultraderecha española y latinoamericana, partidarios casi todos ellos de una intervención militar en Venezuela…
¿Pasar la página…?
…En Venezuela por su parte, la oposición al gobierno de Nicolás Maduro enfrenta un dilema estratégico luego de la juramentación de Nicolas Maduro el 10 de enero. Incluso parte del sector opositor aglutinado en la Plataforma Unitaria, que rechaza la elección, se plantea si debe seguir pujando por la que considera su victoria en los comicios presidenciales de julio, o pasa la página y se prepara para participar en la elección de gobernadores, alcaldes, concejales, diputados regionales y Asamblea Nacional previstas para este 2025. Diversos sectores políticos, analistas y figuras críticas tanto del gobierno de Maduro como de la Plataforma adelantan ya la idea de que el país debe superar la polémica del sufragio del 28 de julio, aceptar la juramentación de Maduro y prepararse para las elecciones de este año. María Corina Machado por su parte ha repudiado los llamados a pasar la página de unos comicios que la oposición que representa dice haber ganador con «más de 37 puntos de ventaja». Pero una cosa es cuestionar la elección del 28 de julio y otra hacer llamados a una invasión. Tema complicado que abordaremos en futuras entregas…
Jimmy Carter…
…El pasado 29 de diciembre de 2024, falleció a sus 100 años, en su residencia en el estado de Georgia, Jimmy Carter… James Earl Carter Jr. (Plains, Georgia, 1 de octubre de 1924-Plains, Georgia, 29 de diciembre de 2024) fue el trigésimo noveno presidente de los Estados Unidos (1977-1981); gobernador de su estado natal (1971-1975) y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2002, por sus esfuerzos “para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales, impulsar la democracia y los derechos humanos y fomentar el desarrollo económico y social” en todo el mundo. Carter fue un hombre verdaderamente excepcional y un gran presidente de Estados Unidos, aunque desafortunadamente para ese país, perdió la carrera por su reelección ante el republicano Ronald Reagan en noviembre de 1980. El mandato de Carter como presidente de Estados Unidos estuvo marcado por importantes éxitos en política exterior, como los tratados sobre el canal de Panamá de 1977, firmados con Omar Torrijos, que permitieron a ese país recuperar la soberanía sobre esa zona; los acuerdos de paz de Camp David de 1978 (tratado de paz entre Egipto e Israel); el tratado SALT II de 1979 con la Unión Soviética, para limitar la producción del Misiles Balísticos Intercontinentales (ICBM) cargados con armas nucleares y el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China. En materia de política interior Carter fue el primer presidente que se propuso abordar el tema de los derechos de los homosexuales, decretó una amnistía incondicional para los insumisos de la guerra de Vietnam y sancionó leyes para estimular la conservación energética y el desarrollo de los recursos energéticos nacionales, incluidos los renovables, como la energía solar y la eólica. Durante su mandato la economía de EE.UU., creció y el desempleo disminuyó. Pero la crisis del petróleo de 1979, la invasión de Afganistán por la Unión Soviética ese mismo año y la toma de rehenes estadounidenses en la embajada de Estados Unidos en Irán, ocurrida el 04 de noviembre del 79, el mismo día de las elecciones presidenciales, atentaron contra su reelección. Afortunadamente la carrera política de Jimmy Carter no terminó con su presidencia. El incansable trabajo de Carter a favor de la democracia y los derechos humanos en todo el planeta, sus esfuerzos por dotar de viviendas dignas a comunidades abandonadas y su intermediación para resolver conflictos armados y tensiones políticas personalmente y a través de la Fundación Carter le generaron una admiración y respeto universales similares al del recordado John F. Kennedy. Carter además fue un buen amigo de Venezuela. El 28 de junio de 1977, junto a la primera dama, Rosalynn Carter, recibieron en la Casa Blanca, en Washington D.C. al presidente Carlos Andrés Pérez, y a su esposa, Blanca Rodríguez de Pérez. Y en marzo de 1978, Carter, Rosalynn y su hija Amy, llegaron de visita oficial a nuestro país. Después estuvo siempre pendiente de la política venezolana, como observador en varios procesos electorales y como mediador entre gobierno y oposición, por lo que fue injustamente criticado por los sectores opositores más radicales al presidente Hugo Chávez…Lo recordaremos siempre con afecto y agradecimiento…