Los estruendos producidos por los fuegos artificiales afectan tanto a niños como a adultos con autismo.
En ese sentido, la doctora Andrea Abadi, directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro CITES INECO, aseguró que la hipersensibilidad hacen que “el niño o el adulto reaccionen de una manera exacerbada y con una reactividad especial a los sonidos”.
En general, las dificultades del espectro autista tienen más que ver con lo sensorial auditivo y lo sensorial táctil”, indicó la especialista.
Desde la Fundación INECO explicaron que el autismo es una condición que se encuentra dentro de los trastornos del neurodesarrollo y que se manifiesta durante los tres primeros años de vida, perdurando a lo largo de todo el ciclo vital.
“Los efectos de la pirotecnia pueden desarrollar en los chicos grandes crisis de angustia y desorganización. Viven este tipo de estallidos como si estuviesen al lado de ellos, a pesar de que estén a distancia. Como son situaciones impredecibles que aparecen cuando ellos no las están esperando, les generan un gran nivel de desorganización emocional y conductual”, dijo Abadi.
También se recomienda la pirotecnia fría en lugar de los ruidosos fuegos artificiales