Una ola de calor persistente está azotando gran parte de Europa, elevando las advertencias meteorológicas y provocando estragos en varias regiones. Incendios forestales avivados por fuertes vientos y un clima cálido y seco han dañado casas en Turquía, mientras turistas y ciudadanos buscan desesperadamente alivio ante las temperaturas extremas.
Alertas máximas y récords de temperatura
Una cúpula de calor se cierne sobre un arco que se extiende desde Francia, Portugal y España hasta Turquía. Meteorólogos europeos anticipan que el calor se intensificará en los próximos días, con nuevos máximos esperados para el miércoles antes de la posible llegada de lluvias que ofrezcan alivio a algunas áreas a finales de semana. Se han emitido advertencias de calor para zonas de España, Portugal, Italia, Alemania y el Reino Unido.
El secretario general de la ONU, António Guterres, tuiteó desde Sevilla, España (donde se esperaban 42°C), que «el calor extremo ya no es un evento raro, se ha convertido en la nueva normalidad». Reiterando su llamado a combatir el cambio climático, Guterres añadió: «El planeta se está calentando y volviendo más peligroso; ningún país es inmune».
En Portugal, se registró una temperatura de 46,6°C en Mora, y las autoridades están verificando si esto marca un nuevo récord para junio. Siete de los 18 distritos portugueses tienen alerta roja por calor, con temperaturas estimadas en 43°C.
España también ha sido golpeada por la primera ola de calor del año, sin alivio esperado hasta el jueves. El país podría haber alcanzado un nuevo máximo para junio el sábado, con 46°C en la provincia sureña de Huelva. El promedio nacional del domingo de 28°C estableció un récord para una temperatura alta del 29 de junio desde 1950.
Impacto en Francia, Turquía y actividades cotidianas
En Francia, donde el aire acondicionado es relativamente poco común, las autoridades locales y nacionales han intensificado los esfuerzos para cuidar a personas sin hogar, ancianos y trabajadores al aire libre. Algunos turistas, como Andrea Tyson de Ohio, han pospuesto actividades al aire libre, optando por buscar las estaciones de nebulización instaladas a lo largo del río Sena en París.
Los primeros incendios forestales significativos de la temporada en Francia han consumido 400 hectáreas en la región de Aude, al sur, movilizando aviones de descarga de agua y a unos 300 bomberos, lo que ha llevado a la evacuación de campamentos.
En Turquía, los incendios forestales, avivados por fuertes vientos, han dañado casas de vacaciones en la región de Doganbey en Izmir y obligaron al cierre temporal del aeropuerto local. Cuatro aldeas fueron evacuadas y los bomberos combaten otro incendio en Hatay, cerca de la frontera con Siria, que provocó la evacuación de 1.500 personas.
Alerta en Italia, Wimbledon bajo el sol y medidas en Alemania
En Italia, el Ministerio de Salud ha puesto a 21 ciudades bajo alerta roja de nivel tres, indicando «condiciones de emergencia con posibles efectos negativos» para toda la población. Las regiones de Liguria y Sicilia han impuesto restricciones al trabajo al aire libre durante las horas de mayor calor.
Incluso al norte, el mercurio está subiendo. El servicio meteorológico del Reino Unido, la Met Office, señaló que el torneo de tenis de Wimbledon enfrentaba el inicio más caluroso registrado, con temperaturas cercanas a los 30°C en los cercanos Jardines de Kew. Los aficionados buscaban sombra, mientras las reglas del torneo permiten a los jugadores un descanso de 10 minutos si el calor supera los 30,1°C a mitad del partido.
En el sur de Alemania, se esperaban temperaturas de hasta 35°C el lunes, con proyecciones de hasta 39°C para el miércoles. Algunas ciudades y regiones han limitado la extracción de agua de ríos y lagos. En el zoológico de Berlín, los elefantes fueron rociados y los osos recibieron bloques de hielo con fruta.
El doctor Hans Kluge, jefe de la oficina europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitió un comunicado advirtiendo que el calor abrasador «amenaza silenciosamente a la población que más necesita protección: adultos mayores, niños, trabajadores al aire libre y cualquier persona que viva con condiciones de salud crónicas». Kluge aconsejó evitar las altas temperaturas al aire libre, mantener las casas frescas ventilando por la noche, usar ropa ligera y mantenerse en contacto con los más vulnerables.
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