El Ministerio de Educación ha emitido un llamado contundente a las instituciones educativas para que organicen actos de promoción y graduación «sencillos, significativos e inclusivos», prohibiendo los «paquetes de grado» comerciales y denunciando prácticas que considera excluyentes y discriminatorias. La medida busca centrar las celebraciones en el logro académico y no en la capacidad económica de las familias.
Preocupación por la ostentación y la exclusión
A través de su boletín número 27, el ente ministerial expresó su preocupación por la transformación de estas ceremonias en eventos de ostentación, que en algunos casos, han llevado a la exclusión de estudiantes. «El propósito de estos actos debe ser celebrar el esfuerzo de nuestros niños, niñas y jóvenes, no la ostentación o el estatus económico”, afirmó el ministro de Educación, Héctor Rodríguez.
El ministerio denunció que se ha normalizado la elección de «padrinos de promoción» por razones económicas, a quienes se les solicita financiar fiestas, viajes u otros gastos. «En muchos casos, estas personas ni siquiera son referentes morales adecuados para nuestros estudiantes”, añadió Rodríguez, señalando que estas prácticas desvirtúan el sentido pedagógico de los actos.
Fomentar la inclusión y el valor del esfuerzo
Rodríguez recordó que la contratación de paquetes de grado comerciales está prohibida, e instó a las comunidades educativas a realizar celebraciones modestas que involucren directamente a los estudiantes, guiados por sus docentes. Propuso que los alumnos participen en la organización de sus propios actos, llevando con orgullo el uniforme escolar como símbolo de identidad y superación.
También recomendó que las promociones lleven el nombre de figuras destacadas del ámbito educativo o cultural, y que se elijan como padrinos a docentes, trabajadores o representantes con valores ejemplares y vínculos afectivos con los jóvenes.
«¿Qué mensaje estamos dando cuando priorizamos un vestido o una fiesta sobre el esfuerzo de nuestros estudiantes?”, cuestionó el ministro. “Es inaceptable que un niño o joven quede excluido de su propia graduación por no poder pagar”, comparando esta práctica con “negarle una medalla a un campeón olímpico”.
Finalmente, Rodríguez hizo un llamado a la reflexión nacional y exhortó a las comunidades escolares a fomentar la inclusión mediante esfuerzos colectivos, como la organización compartida de logística o decoración. “El futuro de Venezuela depende de que nuestros graduandos puedan soñar sin límites. No podemos cortar sus alas por vanidad o egoísmo”, concluyó.
Leer más: