A propósito del reciénte estreno de «El teorema de Marguerite» («Le théorème de Marguerite»), de Anna Novion, esta semana recomendaremos un par de libros que nos permitirán acercarnos sin prejuicios al mundo de las matemáticas. En la película de Novion, Marguerite una estudiante de matemáticas de 25 años, tras cometer un error en una fórmula en la que estuvo trabajando años, decide dejar de lado su vocación y empezar una nueva vida. Recomendamos esa película y estos dos fascinantes libros:
EL INFINITO PLACER DE LAS MATEMÁTICAS de Sandro Maccarrone
Las matemáticas son la arquitectura del universo, y son fáciles y enormemente divertidas cuando te las explican bien. El libro EL INFINITO PLACER DE LAS MATEMÁTICAS es una obra original y sorprendente que derriba el mito de la dificultad de esta materia a través de 17 conceptos básicos que permiten entender el lenguaje imprescindible de la ciencia y de la técnica, y desvelan las claves de su inaudita belleza. Con la ayuda de GOLDBACH, FIBONACCI, ARQUÍMEDES, NEWTON, PITÁGORAS FERMAT y muchos otros genios matemáticos que nos permiten dar la vuelta a las matemáticas como ásperas e incomprensibles y nos devuelven su belleza.
Maccarrone demuestra que podemos explicar el mundo con los números como hacemos con el arte, conjugando la poesía de los números con el mundo invisible y su reflejo en la naturaleza. Un libro innovador y original, que parte de las bases más sencillas de las matemáticas desde una perspectiva llena de imaginación y magia con la que atrapa a cualquier lector.
EL TIO PETROS Y LA CONJETURA DE GOLDBACH de Apostolos Doxiadis
El anciano tío Petros vive retirado de la vida social y familiar, entregado al cuidado de su jardín y a la práctica del ajedrez. Su sobrino, sin embargo, descubre un día por azar que el tío Petros fue un matemático eminente, profesor en Alemania e Inglaterra, niño prodigio en esta disciplina y estudioso totalmente absorto en sus investigaciones científicas.
Como irá descubriendo el sobrino, y el lector con él, la vida de Petros Papachristos ha girado durante años en torno a la famosa conjetura de Goldbach, un problema en apariencia sencillo, pero que durante más de dos siglos nadie ha conseguido resolver.
En El tío Petros y la conjetura de Goldbach las matemáticas adquieren una dimensión simbólica, y los esfuerzos de un estudioso por resolver un enigma reflejan la lucha prometeica del ser humano por conquistar lo imposible.