Las fuerzas estatales sirias, con el apoyo de Rusia, atacaron este domingo la ciudad de Idlib, que se encuentra bajo control de los insurgentes.
Esta acción forma de una campaña que lleva a cabo el Gobierno de ese país, con el objetivo de hacer retroceder a los rebeldes que habían arrasado la ciudad de Alepo.
De acuerdo a testimonios locales, una de las incursiones llegó a una zona residencial en el centro de Idlib. La localidad es una de las más grandes de la región, donde viven aproximadamente unos cuatro millones de personas en viviendas improvisadas.
Tanto los portavoces sirios como rusos afirman haber atacado posiciones estratégicas y niegan rotundamente atentar contra la vida de civiles.
Del mismo modo, ya las fuerzas estatales habían bombardeado localidades de esa misma provincia, que se encontraban bajo control de los rebeldes.
De momento, esta ha sido la escalada más grande que se vive en territorio sirio desde el año 2020.
Con información de Infobae.