Un tiroteo masivo por parte de soldados israelíes cerca de centros de distribución de alimentos en Gaza dejó un saldo de 34 palestinos muertos el lunes, según testigos y funcionarios de salud locales. Este incidente marca el día más mortífero desde que se implementó un nuevo sistema de ayuda humanitaria el mes pasado, intensificando la grave crisis que vive la Franja.
Detalles del incidente y la desesperación en Gaza
Testigos relataron que los disparos israelíes comenzaron cuando multitudes de palestinos intentaban desesperadamente alcanzar los puntos de distribución de alimentos, operados por la Fundación Humanitaria de Gaza, un contratista privado. El Ministerio de Salud en Gaza precisó que 33 palestinos murieron cerca del centro de Rafah, y otro mientras se dirigía a un centro en el centro de Gaza. Además, cuatro personas no relacionadas con la distribución de ayuda perdieron la vida en otros incidentes.
El ejército israelí no ha emitido comentarios sobre el tiroteo del lunes. Sin embargo, en incidentes similares ocurridos casi a diario desde la apertura de estos centros hace tres semanas, han justificado los disparos como «advertencias» a «sospechosos» que se acercaban a sus posiciones, sin confirmar si estos alcanzaron a alguien.
Los habitantes de Gaza denuncian que se ven obligados a elegir entre morir de hambre o arriesgar sus vidas al intentar obtener alimentos, dada la escasez de suministros desde hace dos meses y medio debido a las restricciones israelíes.
El Comité Internacional de la Cruz Roja informó que un hospital de campaña recibió a unos 200 heridos el lunes, el número más alto en este tipo de tiroteos. El día anterior, cerca de 170 personas fueron atendidas, la mayoría con heridas de bala.
Un sistema de ayuda cuestionado por la ONU
La Rotonda de la Bandera, ubicada a cientos de metros del centro de la Fundación Humanitaria de Gaza y en la ruta designada por el ejército israelí para acceder al mismo, ha sido escenario recurrente de tiroteos. Los palestinos afirman que las tropas israelíes abren fuego para evitar el avance más allá de un punto o porque las personas se desvían del camino.
Israel y Estados Unidos argumentan que este nuevo sistema de la Fundación Humanitaria de Gaza busca reemplazar la operación humanitaria liderada por la ONU, bajo el pretexto de evitar que Hamás desvíe la ayuda. Sin embargo, las agencias de la ONU y los principales grupos de ayuda niegan un robo generalizado por parte de Hamás y han rechazado el nuevo sistema, alegando que no satisface las necesidades de la población y que instrumentaliza los alimentos para objetivos militares israelíes.
Anna Halford, coordinadora de campo de Médicos Sin Fronteras, calificó las afirmaciones israelíes sobre el desvío de ayuda por parte de Hamás como «engañosas y cínicas», destinadas a «socavar un sistema humanitario que en realidad estaba funcionando». Ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, Halford afirmó: «Esto no es ni una empresa humanitaria ni un sistema. Esto es básicamente caos letal».
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