Un reciente estudio publicado en la Revista Internacional de Políticas de Drogas ha encendido las alarmas sobre los riesgos del consumo de alcohol, incluso en cantidades que tradicionalmente se consideran bajas. La investigación estima que ingerir tan solo 10 gramos de etanol, el equivalente a una copa de vino o una lata de cerveza, puede acortar la esperanza de vida en aproximadamente 5 minutos.
Crítica a las guías de «bajo riesgo» y el impacto acumulativo
Los investigadores critican las actuales guías internacionales sobre el consumo «de bajo riesgo», argumentando que muchas subestiman los efectos acumulativos del alcohol. Pese a que varias recomendaciones oficiales permiten entre una y dos bebidas estándar por día, los autores sostienen que incluso esa cantidad produce una pérdida tangible de tiempo de vida.
Como ejemplo, el artículo menciona la guía canadiense sobre alcohol y salud, que clasifica de «riesgo bajo» el consumo de una o dos bebidas por semana, «riesgo moderado» de tres a seis, y «riesgo crecientemente alto» a siete o más. Los científicos sugieren que estos riesgos se han comunicado de forma imprecisa o insuficiente, lo que podría inducir a error tanto a profesionales de la salud como a consumidores.
El concepto de «minutos de vida perdidos» para concienciar
Para llegar a estas conclusiones, los autores analizaron datos epidemiológicos y matemáticos globales que asocian los niveles de consumo de alcohol con la mortalidad prematura.
Según los investigadores, el concepto de «minutos de vida perdidos» permite visualizar de manera inmediata cómo el alcohol afecta el cuerpo a lo largo del tiempo, de forma similar a cómo se comunicaron en el pasado los efectos del tabaco. El objetivo es influir más eficazmente en la percepción pública del riesgo. En lugar de promover una idea de «consumo responsable» basada en cantidades permisibles, el estudio propone fomentar una comprensión más clara de que cualquier cantidad de alcohol tiene un costo para la salud, medible incluso en minutos de vida.
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