Ante la cantidad de casos de fiebre amarilla, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que decretará la emergencia sanitaria y económica, a fin de conseguir recursos para enfrentar la propagación del virus.
Informó que se detectaron 74 casos humanos, de los cuales han muerto 32 personas, la mayoría en el Tolima.
El mandatario recordó que el virus sólo es transmisible por el mosquito y las únicas ventajas es que existe la vacuna, pero las desventajas tienen que ver con la crisis climática, porque el calor en aumento de la atmósfera ahora hace que el mosquito suba las montañas, pase los páramos y puede penetrar en las ciudades, incluida Bogotá.
Indicó que la enfermedad tiene una mortalidad del 50%. La primera alerta es que empezaron a aparecer monos muertos en la zona cafetera.
«Los monos no tienen la culpa, se contagian como nosotros y no transmiten la enfermedad, solo el mosquito hembra”, señaló el mandatario quien manifestó su preocupación porque en Bogotá el Distrito no ha querido configurar los equipos básicos de salud que son imprescindibles para hacer una vacunación rápida en toda la ciudad… La federación de cafeteros no ha asistido a los PMU, y es la zona cafetera la primera víctima”, expresó.
“La inexistencia de prevención es nuestra principal debilidad. Por eso era nuestra principal prioridad en la reforma a la salud no aprobada”, añadió.
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