La mayoría de los venezolanos ha implementado de facto una forma de llamar la conversión monetaria, en lugar de decir un millón de bolívares, en las calles los vendedores informales y también en los comercios formales al momento de ofertar los vendedores dicen: dame mil, quitanto tres ceros a la moneda, en lugar de decir, un millón.
“Uno dice 1.000 para no decir un millón, pero ya la gente sabe (el precio real), porque con 1.000 bolívares aquí no se compra ni un caramelo”, dice a EFE un hombre de 35 años.
Esta reconversión de facto es un fenómeno que empezó hace algunas semanas, cuando la moneda local sufrió una fuerte devaluación que elevó significativamente los precios.
Solo en noviembre, el bolívar se devaluó un 50,90 % frente al dólar, según se desprende de los datos que ofreció sobre la cotización de la moneda estadounidense el Banco Central de Venezuela (BCV).
Para Ángel Alvarado, economista y diputado del parlamento venezolano, el bolívar perdió una de las funciones básicas de todas las divisas: ser unidad de cuenta y servir como referencia de valor.
“El tema de la reconversión en una hiperinflación no tiene sentido, porque como la hiperinflación sigue tú conviertes la moneda hoy y esa moneda pierde validez al año, como ocurrió con el bolívar soberano”, explica Alvarado a EFE.
“Seguramente va a hacer falta otra reconversión, pero, más que una reconversión, hay que acabar con la hiperinflación”, añadió el parlamentario.
“En bolívares ya no sabes qué es mucho o poco. Eso demuestra que el bolívar perdió una de las cualidades de las monedas, que es ser unidad de cuenta”, asevera.
Alvarado forma parte de la Comisión de Contraloría del Parlamento, de actual mayoría opositora, que en 2016 comenzó a ofrecer datos sobre la inflación en vista del silencio informativo que mantenía el BCV.
Según el último informe, la inflación de Venezuela entre enero y noviembre pasado se ubicó en 3.045,92 puntos, lo que lleva al parlamentario a prever que el país permanecerá buena parte del 2021 en el escenario de hiperinflación en el que entró hace tres años.
Desde 2008 a la fecha a la moneda venezolana se le han eliminado 8 ceros.
Cuando Maduro anunció su reconversión en 2018, destacó que los venezolanos ya se habían adelantado restando ceros a los precios de los productos, igual que está ocurriendo dos años después.
Entonces, como ocurre ahora, era más fácil realizar las operaciones comerciales si se corría la coma hacia la izquierda varias veces.
“La gente común en la calle no te dice un millón, sino 1.000, llega un momento en el que no pueden manejar una cifra”, señala Alvarado.
Con información de EFE