Organizaciones de derechos civiles y ciudadanos latinos denuncian que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) está utilizando perfiles raciales en sus operaciones, lo que ha llevado a la detención ilegal de ciudadanos estadounidenses de origen latino.
Casos de detenciones de ciudadanos estadounidenses
Andrea Vélez, diseñadora de marketing de 32 años, fue detenida por agentes del ICE el 24 de junio mientras se dirigía a su trabajo en el centro de Los Ángeles. La escena, grabada en video, mostró a un agente levantándola y metiéndola a la fuerza en un coche, lo que su familia interpretó como un secuestro.
Previamente, el 12 de junio, Brian Gavidia, de 29 años, fue asaltado e inmovilizado por oficiales del ICE mientras trabajaba en un depósito de remolques en Montebello, California. Poco más de una semana antes, Elzon Lemus, electricista de 23 años, fue detenido, sacado de su coche y esposado en Nassau, Nueva York.
Los tres comparten la experiencia de ser ciudadanos estadounidenses de origen latino, lo que, según la ley federal, excede las competencias del ICE en materia de inmigración.
ACLU y el DHS reaccionan a las acusaciones
Naureen Shah, directora de Asuntos Gubernamentales de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), alertó sobre la situación: «Ahora que el ICE tiene que cumplir con cuotas de arrestos arbitrarios más altas que nunca, veremos cada vez más casos como estos. El problema es que incluso cuando las personas dicen ser ciudadanos estadounidenses y demuestran que lo son, todavía hemos visto casos en los que se encuentran detenidos».
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a cargo del ICE, ha rechazado vehementemente las acusaciones de discriminación racial o étnica en sus operativos.
Datos de Pew Research indican que aproximadamente la mitad (47%) de la comunidad latina expresa preocupación por las deportaciones, en contraste con solo el 15% de la población blanca.
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