Un cartero de 27 años, identificado como Ewan Methven, confesó ante el Tribunal Superior de Glasgow haber asesinado y decapitado a su novia, Phoenix Spencer-Horn, de 21 años. El brutal crimen, ocurrido en noviembre de 2024, ha conmocionado a la opinión pública no solo por su extrema violencia, sino por el meticuloso engaño que el agresor mantuvo con la familia de la víctima tras los hechos.
Detalles del macabro crimen y el engaño sistemático
Methven admitió su culpabilidad por el asesinato, que tuvo lugar en el departamento de una sola habitación que compartía con Spencer-Horn en East Kilbride, Lanarkshire. El fiscal Chris McKenna relató ante la corte que Methven atacó a Spencer-Horn entre la medianoche del 16 y el 17 de noviembre, asfixiándola y apuñalándola múltiples veces en la cabeza y el cuerpo, provocándole veinte heridas de arma blanca, según Daily Mail.
Posteriormente, el agresor intentó desmembrar el torso, la muñeca derecha y el tobillo de la víctima. La cabeza de la joven fue colocada en posición vertical junto al cuerpo, bajo su brazo izquierdo.
Tras cometer el crimen, Methven adoptó un comportamiento que las autoridades calificaron de «deliberado y cruel». Cuando Alison Spencer, madre de la joven, intentó comunicarse el domingo por la mañana, Methven respondió que Phoenix aún dormía. Más tarde, suplantó la identidad de su novia fallecida, enviando mensajes de texto a la madre como si fuera ella. «Hola, perdón, acabo de despertar», decía uno de los mensajes, mientras el cuerpo mutilado permanecía en el pasillo del departamento.
Descubrimiento y confesión
Las sospechas aumentaron cuando Spencer-Horn, quien trabajaba a tiempo parcial en el Hotel Strathaven y una cafetería local, no se presentó a trabajar el 18 de noviembre. Había sido descrita como una persona de buen ánimo durante su último turno el sábado 16 de noviembre.
Finalmente, Methven mismo llamó al número de emergencias, afirmando haber tenido una «ruptura psicótica inducida por drogas» y haber «matado» a su novia. Indicó al operador que el cuerpo estaba en el pasillo con un cuchillo a su lado, y mencionó el consumo de esteroides y cocaína, sustancias que consideraba adulteradas.
Leer más: