La monarquía británica se vio obligada a suspender parte de los compromisos del rey Carlos III, programados para este viernes, debido a efectos secundarios de su tratamiento contra un tipo de cáncer que no han dado a conocer.
La autoridad monárquica padece esta enfermedad desde hace poco más de un año, pues la noticia fue revelada en febrero de 2024. No obstante, las autoridades del país insular han mantenido cierto hermetismo con respecto a los detalles.
«Tras un tratamiento médico programado (…) contra el cáncer esta mañana, el rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve periodo de observación en el hospital», fue parte del mensaje difundido por la casa real.
Además de Carlos, la princesa Catalina también fue diagnosticada con esta terrible enfermedad durante el año pasado.