Cuando hay ausencia del padre de alguna manera hay una figura de abandono y genera un cierto desequilibrio y un impacto psicológico profundo.
Al respecto habló la psicólogo clínico Scarlet Celis, quien aseguró que la figura masculina dentro de la representación del padre es la que genera apoyo, seguridad y propósito.
Señaló que el Día del Padre genera muchas emociones, aunque se trate de minimizar diciendo que es algo comercial, pero nuestras emociones y mente no funcionan de esa manera.
Recordó que el abandono del padre se da por diferentes razones, por ejemplo el que muere, o uno que está trabajando y no está todos los días.
“La figura masculina dentro de la representación del padre es la que genera apoyo, seguridad y propósito”, agregó en entrevista con Sandy Aveledo, por POP 92.3 FM.
-Aunque las mujeres han trabajado para que se establezca un equilibrio tenemos que saber que nuestra psiquis funciona por algunos principios, entre ellos el de la identidad y el del equilibrio.
La ausencia de un padre puede tener un impacto psicológico profundo y duradero en los hijos, afectando diversas áreas de su desarrollo emocional, social y conductual.
Principales daños psicológicos que puede causar la ausencia paterna:
- Problemas de Autoestima e Inseguridad
Baja autoestima: Los hijos pueden sentir que no son lo suficientemente valiosos, importantes o dignos de amor y atención, ya que la ausencia paterna se puede interpretar como un rechazo o abandono.
Inseguridad emocional: La falta de una figura paterna estable puede generar inestabilidad emocional y dificultades para regular las propias emociones, llevando a una sensación de vulnerabilidad.
Miedo al abandono y al rechazo: Esto puede manifestarse en las relaciones futuras, donde la persona teme constantemente ser dejada o no ser aceptada.
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- Dificultades en las Relaciones Interpersonales
Problemas de apego: La ausencia de un padre puede dificultar la formación de vínculos emocionales saludables, llevando a patrones de apego inseguros (evitativo o ansioso).
Desconfianza en los demás: Al romperse un vínculo fundamental de confianza con la figura paterna, los hijos pueden crecer desconfiados de las personas en general, especialmente de figuras de autoridad o de aquellos que intentan establecer una conexión emocional.
Relaciones dependientes o codependientes: Para llenar el vacío emocional, pueden buscar de forma «enfermiza» a personas que los cuiden, sacrificándose en exceso para evitar el abandono, o por el contrario, volverse excesivamente independientes y reacios a la intimidad.
Dificultad para establecer límites: La falta de una figura paterna que represente límites y estructura puede dificultar que los hijos aprendan a establecerlos en sus propias relaciones.
- Problemas de Conducta y Rendimiento
Comportamientos compulsivos o de riesgo: La falta de guía paterna puede llevar a la búsqueda de modelos de comportamiento inadecuados, incluyendo el consumo de drogas, participación en actividades delictivas o conductas impulsivas.
Agresividad: Tanto en niños como en niñas, la ausencia paterna puede estar relacionada con mayores niveles de agresividad o problemas de conducta en general.
Bajo rendimiento académico: La falta de apoyo y validación, así como la inestabilidad emocional, pueden afectar la concentración y la motivación, impactando el desempeño escolar.
Inmadurez emocional y falta de propósito: Algunos hombres que crecen con un padre ausente pueden tener dificultades para asumir responsabilidades y compromisos, manteniéndose en una especie de «adolescencia perpetua».
- Trastornos Emocionales y Mentales
Ansiedad y depresión: Son consecuencias muy comunes, manifestándose como tristeza profunda, apatía, falta de interés en actividades, o una necesidad constante de validación externa.
Trastornos alimenticios: En el caso de las hijas, la ausencia paterna puede estar relacionada con la ansiedad, anorexia o depresión.
Trastornos de personalidad: En casos extremos, la ausencia paterna puede contribuir al desarrollo de trastornos de personalidad, generando inestabilidad y problemas para relacionarse.
Sentimiento de vacío interior: Una sensación persistente de insatisfacción o desconexión emocional consigo mismos, que puede acompañarles incluso en el éxito.
- Impacto en el Desarrollo de la Identidad
Confusión de roles: Para las hijas, la figura paterna es crucial en su feminización, mientras que para los hijos es importante en su masculinización. La ausencia puede generar confusión en la identidad de género y en cómo se relacionan con el sexo opuesto.
Búsqueda de referentes externos: Los hijos pueden buscar en otros lugares los modelos de comportamiento y figuras de apego que no tuvieron en casa, no siempre encontrando los más adecuados.
¿Es posible sanar estas heridas?
Sí, es posible. La sanación es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Algunas estrategias incluyen:
Reconocer y validar las emociones: Permitirse sentir y expresar la tristeza, el enojo o la confusión.
Buscar apoyo profesional: La terapia individual o familiar puede ser muy beneficiosa para abordar los traumas y emociones asociados con la ausencia paterna, desarrollando habilidades de afrontamiento saludables y fortaleciendo la autoestima.
Rodearse de modelos positivos: La presencia de figuras maternas, familiares cercanos o mentores positivos puede ayudar a compensar la ausencia paterna.
Practicar el autocuidado: Cuidar la salud física, emocional y mental a través de rutinas saludables y actividades que generen bienestar.
Trabajar el perdón (si es posible): El perdón hacia el padre ausente puede ser un paso crucial, pero no debe ser forzado y llega después de procesar las emociones dolorosas.
La ausencia de un padre deja una huella, pero no determina el destino de una persona. Con el apoyo adecuado y el trabajo personal, es posible superar estos desafíos y construir una vida plena y saludable.